Zoe estaba terminando de cerrar la maleta, cuando su sobrina golpeó a la puerta.

—¿Qué sucede, Olive? —preguntó la mayor, una vez que cerró su maleta.

—Quería preguntarte si me puedes prestar tus esmaltes para las uñas —dijo la menor y ella asintió.

—Claro, agarra el esmalte que quieras, solo cuídalos —la miro con seriedad, para luego abrazarla— ¿Lista para disfrutar del viaje?

—Sí, ya quiero irme de vacaciones —exclamó con entusiasmo la niña, siguiendo el abrazo de su tía— ya vámonos.

Zoe tomó de la manija la maleta, para luego sujetar la mano de su sobrina e ir con ella y los demás al aeropuerto.

Una vez que llegaron todos se sentaron y esperaron hasta la hora de vuelo.

—Una boda sería algo lindo, necesitamos algo que celebrar —empezó diciendo la madre— sos mi única esperanza, Michaela, tu hermana no quiero casarse por ahora.

—No es mala idea una boda, pero creo que no es el momento —contestó la mayor.

—Jared te ama, es una razón válida —contestó ahora su padre.

Zoe miraba como sus padres se metían en la vida de su hermana, siempre habían sido bastantes metiches, aunque Ben tenía suerte de que ya no le ocurriera eso, pues él ya había formado una familia.

—Niños, ¿quieren que vayamos por algo de comer? —preguntó la menor, mientras se levantaba del lugar y se acercaba a ellos.

—Siii —dijeron ambos con emoción, tomando cada uno, una mano de su tía.

—Enseguida volvemos —dijo hacia la familia y ellos asintieron.

Se dirigieron a un puesto de comidas, donde compraron algunos snacks y algo de beber, también unos dulces, ya que a los tres le encantaban. Al terminar, regresaron al lugar, tomando asiento nuevamente mientras comían lo que compraron.

—Aviso para el vuelo 537 a New York, su atención por favor —empezó diciendo una señora— el vuelo se sobre vendió, ofrecemos cupones por 400 dolares a quién esté dispuesto a abarcar un avión más tarde.

—Lo tomaré —dijo rápidamente Michaela.

—Lo tomaremos —respondió rápidamente Zoe, levantándose de su lugar.

—Nosotros también —Ben no tardó en aceptar como sus hermanas, tomando de la mano a Cal.

Los hermanos se despidieron de sus padres con un abrazo, al igual que de Grace y Olive, quienes irían aparte.

—Nos vemos —sonrió Zoe, luego de ver como la familia se separaba— al fin, no soportaba más a nuestros padres —susurró la rubia, sentándose a un lado de su sobrino.

—Ni yo —confesó Michaela.

Luego de una hora, el avión de ellos despegaba, por lo que tuvieron que ir a cargar sus maletas, entregar los boletos y luego buscar un lugar donde todos pudieran sentarse juntos.

Zoe había decidido sentarse del lado de la ventanilla, porque le gustaba mirar hacia afuera, a su lado estaba Michaela y en los dos últimos lugares, Ben y Cal.

—Mamá tiene razón, Jared no te va a esperar todo el tiempo —empezó diciendo Ben.

—Deja que haga lo que quiera, Ben —lo reprendió la menor, mientras miraba las fotos que Michaela pasaba en su celular— aunque concuerdo en que hacen linda pareja.

—¿Y tú cuándo nos vas a presentar a tu pareja? —preguntó su hermano mayor.

—Quizás nunca, nadie me ha interesado —dijo con completa sinceridad.

De repente el avión empezó a moverse, eran turbulencias muy fuertes. Zoe tomó fuertemente de la mano a su hermana, ya que le daba miedo el movimiento.

Cosas empezaron a caerse a su alrededor y de repente, la luz del avión se apagó por completo.

—Estamos cayendo, esto no es normal —susurró con nervios, aún apretando la mano de su hermana.

—Tranquila, todo se calmará y la luz volverá —intentó calmarla Michaela, aunque la realidad es que ella estaba aterrada.

Finalmente el avión dejó de moverse y la luz regresó. Las cosas que habían quedado tiradas en el piso, fueron levantados por los pasajeros y las azafatas.

Zoe finalmente soltó la mano de su hermana respirando con tranquilidad, creía que iba a morir pero ya todo se había solucionado.

—Nunca tuve tanto miedo como hoy —dijo en voz alta— ¿Estás bien, Cal? —volteó a ver a su sobrino.

—Lo estoy tía, ¿tú? —preguntó el niño.

—También —le sonrió, para luego mirar por la ventanilla del avión.

—Saludos pasajeros, nos disculpamos pero nos desviaremos al aeropuerto Stuart —empezó diciendo alguien mediante el comunicador.

—Genial —susurró, mientras continuaba viendo hacia afuera.

—Señores lo logramos, bienvenidos a New York —dijo una azafata.

—Y los cambios continúan, nos pidieron bajar aquí en la pista —dijo el piloto.

—Genial —exclamó Cal, haciendo sonreír a los adultos.

—¿Por qué hay ambulancias y policías afuera? Eso no es normal —Zoe empezaba a sospechar que algo malo ocurría, pero nadie sabía sobre el asunto y no podía obtener las respuestas que quería.

No tardaron mucho en todos los pasajeros salir del avión, viendo como hablaban con los pilotos del avión.

—Disculpen, hay personas que se sienten mal, ¿nos podrían decir el problema? —preguntó la mayor.

El detective se acercó rápidamente a ellos, no traía buenas noticias.

—El problema, damas y caballeros, es que su avión partió de la base de Jamaica, el 7 de Abril  de 2013 y hoy es 4 de Noviembre de 2018 —todos los presentes lo miraron confundidos— todos desaparecieron y los creímos muertos por 5 años y medio —terminó por decir.

Los hermanos se miraron entre sí, mientras Zoe alzaba a su sobrino, estaba en shock, no podía creer que haya perdido 5 años de su vida.

Se dirigieron a una carpa, donde la menor decidió recostarse junto con su sobrino, en lo que Ben traía agua para la medicina de él.

—Hey, tu medicina —Ben movió con sutileza a Cal.

El niño no tardó en sentarse, para luego beber su medicina.

—¿Cuándo nos iremos? —preguntó él.

—Pronto, realmente espero eso —suspiró Zoe, mientras era abrazada por su hermana mayor.

—Si en verdad pasaron 5 años, ¿cómo es que sigo con vida? —les preguntó el menor.

—¿Crees que pasaron 5 años? —le preguntó su padre y el negó— entonces no pasaron, tú tranquilo —él asintió y se volvió a recostar en las piernas de su tía.

Las entrevistas comenzaron, fueron llamados de a uno por el detective, hasta que el turno de Zoe llegó, yendo directamente hacia el lugar de interrogación.

—¿Puedes decirme que ocurrió durante el vuelo? —le preguntó.

—Lo mismo que todos le han dicho, hubo turbulencias, se apagaron las luces, por un momento pensé que moriría y que el avión caería, pero luego todo volvió a la normalidad, llegamos aquí y nos dijeron eso, no sé cómo es posible que hayan pasado 5 años y medio, ya estaría recibida de veterinaria —exclamó con desesperación— ¿Cuándo podremos ver a nuestra familia?

—Pronto señorita Stone, pero por ahora conserve la calma —le dió una botella de agua, para luego ver como la rubia abandonaba la carpa.

36 horas después, los pasajeros finalmente se reunirían con su familia y los Stone estaban esperando pacientemente a la suya.

Grace no tardó mucho en aparecer y abrazar a Ben y luego a Cal, mientras las hermanas buscaban entre la multitud a sus padres.

—¿Olive? —preguntó Zoe al ver a una adolescente acercarse a ellos, viendo como abrazaba a Ben.

—Sí tía, soy yo —la menor corrió a abrazarla, siendo correspondía por la mayor.

—Parecemos de la misma edad —dijo con sorpresa, ya que ambas tenían la apariencia de una adolescente— te extrañé —confesó su tía.

—Y yo a ti —sonrió la adolescente mientras la abrazaba.

Ambas se separaron del abrazo, para luego la menor ir con su hermano y ella encontrarse con su padre.

—¡Papá! —dijo rápidamente Zoe, corriendo a abrazarlo, siendo seguida por Michaela— te extrañé mucho —susurró su hija— ¿Dónde está mamá? —preguntó.

—¿Y Jared? —preguntó ahora Michaela.

—Le envié un texto a Jared, creo que no podrá venir, una emergencia en la oficina —le 1respondió su padre.

—¿Y mamá? —preguntó la mayor.

—Su madre enfermó, ella luchó muy duro —empezó diciendo.

—¿Cómo que ella enfermó? —empezó diciendo la mayor.

—Ella los amaba más que a la vida misma, ustedes lo eran todo para ella.

—No, eso no es posible, dime papá que estás mintiendo, que mamá está viva —empezó a negar con la cabeza repetidas veces, cayendo de rodillas al piso, el último momento que había pasado con su madre, no lo había aprovechado y había decidido tomarse otro vuelo para no soportarla y ahora no la tendría más a su lado y eso la estaba destrozando.

—Eso no puede ser —Michaela estaba realmente afligida, siendo abrazaba por Ben, mientras que Zoe lo era por su padre.

Los tres hermanos lloraban desconsoladamente, como era posible que en un par de horas, su madre hubiera muerto y que su vida hubiera cambiado por completo.